domingo, 30 de septiembre de 2012

Inventivas


Efecto París


-la noche en que se comen las almejas-


Llegamos a la ruina de la mesa a servir el plato-vianda con la copa vacía en la vitrina Las almejas sudando con nosotros al temblor del porqué y el para cómo Así tomamos el agua en desperdicio de trenes por minuto Luego el mar como puta en el vientre cosquilla del haber cómo te pongo y qué te quito El sabor del cliché cuando los dedos se taladran a pie desde el ombligo 
Dices: _sabe amargo el café 
Después la almeja abre su tempestad sobre del vino y llenamos el cuerpo de encomienda


Marina Centeno
Yucatán México