lunes, 15 de junio de 2015

CUANDO CUENTES CUENTOS




De Marina Centeno



Después de casi 20 años de haber impartido a niños ejercicios de acercamiento a la lectura, leyendo poesía de diversas estructuras e intenciones, debo admitir que el ritmo y por consecuencia la sonoridad, es la primera instancia que se toma como herramienta para entablar un diálogo con ellos. La rima por su sonoridad juega un papel de gran importancia en el ejercicio. No se precisa de una fabricación compleja para hacer gala de habilidad en la estructura rimada. El verso pareado resulta ser un ofrecimiento perfecto para esta tarea. A los cinco años la sonoridad de la rima pareada es la estructura favorable para iniciar al niño en el amplio horizonte de la poesía. He obtenido resultados favorables, desde un plano de observación, atención, razonamiento, reflexión y elaboración.
Aquí un fragmento de un poema mío para niños:

MAMÁ GATA
Mamá gata a sus gatitos un consejo les va a dar:
_Mis hermosos pequeñitos les he visto juguetear
Saltan saltan en brinquitos y les gusta retozar
Sean cautos a la hora de cazar
La paciencia han de hacerla aplicar
Que no surja los llantitos si fracasan al zarpar
Por las sombras y muy quedo nos podemos esconder
¡Abran grandes los ojitos que al perro hay que temer!
Si algún día al enemigo hay que hacerlo enfrentar
sean fuertes y valientes ¡Y las uñas a sacar!

La medida del verso no crea expectativa en ellos, ni alguna incomodidad. No obstante el ritmo te lleva a la longitud indicada del verso para crear cierta suavidad en el ritmo y que no existan abruptos o rupturas rasposas.

De mi poema "La luna"
LA LUNA (Basado en la obra de Julio Verne, “De la tierra a la luna”)
Hábrase oído semejante sorna
de profanar la luna sin motivo
Gravitar la imagen que se torna
astro de luz de cielo pensativo
En el Gun Club se expía el secreto
de postergar balística batalla
al deshonrar porfiadamente en reto
disco lunar abismo de muralla

El uso de palabras complejas, en su momento ofrece la amplitud del lenguaje del infante, sin que esto llegue a entorpecer el sentido del tema o la elocuencia del mensaje. Para un niño de cinco años es imposible asimilar el significado de palabras que por su complejidad y el poco uso, no le brindan una visión completa del verso. Sin embargo introducir en los lugares estratégicos puede favorecer a una retención de la palabra y así ampliar su vocabulario. El uso depende de la frecuencia con la que se le instruya.

Aquí una construcción de rima en Soneto
La noche llegó y con la luna
llegaron las sombras y peligros
que al grillo le traen gran espanto
Las sombras se fueron una a una
muy solos y tristes los amigos
ninguno de los dos hoy dio su canto

Tocar temas que causan congoja, agravío o sistemas de duelo, desde mi perspectiva, ayuda al niño a enfrentar ciertas situaciones difíciles de su cotidianeidad. Reflexionar después de cada lectura, brinda una oportunidad de utilizar las emociones de manera adecuada y/o impartir de manera saludable los percances de la realidad.

Por último la entonación es parte fundamental de la lectura, el hilo principal que une al oyente con la Poesía. Enfatizar, moderar, equilibrar, exhaltar, susurrar, reír, llorar, todo debe mantener un equilibrio en la emoción de la voz para hacer del momento un encuentro con la subyugante voz de la Poesía.

Marina Centeno





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