miércoles, 25 de julio de 2012

Diálogo conmigo misma




Él me creía virgen entre el lupanar de hormigas
Él me partía en dos el camino
entre lo seco del amanecer

Basta decir que la simpleza
era una bufanda en el invierno
que envolvía nuestros cuerpos entumidos

El atizó el leño y se enfundó la brasa

Aún tengo memoria –dijo-
veo las líneas de tu vulva
y la candidez del viento en lo vacío
que estremece tu cuerpo de mujer

Arrópate

deja colgar la quietud que tienes en los ojos
cuando miras abierta
y te bebes a sorbos el café




Marina Centeno
Yucatán México