viernes, 26 de abril de 2013

Adagio a Ángel




Todo el dolor a oscuras en tu nombre
la mirada abierta de los pájaros
que en el vuelo fatigan la ceniza

Por qué hemos comenzado
a mirarnos como dos extraños
si en tus ojos el agua difumina
una tristeza agria
si de tus brazos aprendí que el tiempo
se hace largo siendo Madre

Vuélvete a mí
mírame

estalla en llanto la ceguera que te atrapa
y deja que lo impostara me calcine
entre tus brazos


Marina Centeno
Yucatán México