Ella: Si tú me hicieras
mar en tu infinito
las caracolas volverían
alrededor de tu ombligo
en la espuma del labio
que murmura tu nombre
cuando la arena cimbra
entre los muslos
Si tú me hicieras
gaviota de tu abismo
aparcarían alas
en las hebras que sobrevuelan
cuando marchas camino a casa
perdido dentro de ti mismo
Él: Los precios son tan altos
a este paso rendiremos un año
Marina Centeno
Yucatán México