sábado, 18 de agosto de 2012

Ventanas


"Muchacha en la ventana"
Salvador Dalí




Inventivas



Ventanas








“Ella está en la ventana a la hora de siempre”
Carlos Pellicer.





Las ventanas tienen el presagio en cada centímetro que abarca su estructura Resignadas a la eternidad con la consigna de elevarse ante la luz y bajar los párpados en el invierno Abren las líneas de la cornea mostrando colores y matices cuando el infinito es un horizonte trazado en las persianas

Se engalanan de encajes para llamar la atención con sus desplantes arrogantes barriendo las esquinas del jardín y los perfiles del patio Guardan silencio ante los hechos sangrientos que traspasan los cristales maculados por la miseria y fingen demencia cuando alguien pasa frente a ellas interrogando su dulzura pétrea

Las ventanas son carreteras pavimentadas de viento con espejismos a la orilla del camino que llevan a muchos lugares y a ninguno Amplían el abismo con sólo abrir los labios y se suicidan al cerrarse a la plaga que repta en la cuidad

Hay ventanas hechas para los secretos esas que se abren a horas determinadas y se cierran justo en el momento en que la sombra quiebra su acento Se vuelven indiferentes a los embates del tiempo y los sucesos que caen a la derecha a la izquierda hacia delante y hacia atrás Empatan los años desgastando su brillo y se vuelven ancianas sumidas en el tejido suspirando por las buenas costumbres y modales adquiridos en épocas preñadas con pájaros y lunas Estranguladas por las ramas Sirven para la decoración de los interiores del cuerpo como vía de escape a la claustrificación de los sentidos cuando se fuga el aire entre el cristal y el vino

Hay ventanas que no saben que son ventanas Se sienten heroínas de la luz Perseguidas por la mala costumbre de ser las protagonistas de la historia Mueren de claridad y dulcificación excesiva Desmemorizan fácilmente el acontecimiento de la piedra al estrellarse en el centro y se hacen añicos sin conocer el dolor de la ruptura y la sensación de la astilla entre las piernas



Hay ventanas que sirven para hablar de ventanas Se miran unas a otras sosteniendo la envidia en sus miradas y la inmensa sombra que les abarca y no les permite reflejarse en los estanques de la calle Saborean la última balada del árbol y la huidiza luz del atardecer Advenedizas y bipolares se suicidan en cada oscuridad con el propósito de hacerse daño para después lamerse las heridas que cuelgan de sus alas sofisticadas



Hay ventanas que se construyen frente a la pared sin conocer más allá de la inmovilidad… no obstante saben que son ventanas y que al abrir los brazos les abarca el vacío y una sensación de libertad incondicionada



Marina Centeno
Yucatán México