viernes, 30 de septiembre de 2016

LASCIVIA




Ella me dice en secreto lo que él hace cuando están a solas Con los ojos desmesurados y sonrisa tibia mantengo el oído alerta a cada palabra que sale de su boca Debo decir que a esa edad la tesitura de la voz asemeja a dos pautas de la música vencidas por el cansancio y el aleteo de la luciérnaga cuando se desplaza por la oscuridad Parecerá absurdo pero aún con la osadía de los años y el trajín de la juventud cada palabra que emana de sus labios retuerce el crepúsculo mientras las dos vemos venir a su madre con la falda sucia y los ojos llameando Nada aturde el embeleso de mirarla a los ojos mientras por mi mente surgen las imágenes como un sueño gigante y precoz

¡Par de insensatas, desobligadas, buenas para nada! ¡Llevo horas gritando por ti y te encuentro en arrullo en  este cuchitril y nada menos con tan garbosa compañía! ¡Aléjate de ella! ¡No sabes más que podrir todo lo que se te acerca!_ Los gritos de la madre provocan efecto en mí Guardo dentro de mis poros cada palabra con que ella describe al hombre que su madre ha elegido para que sea su dueño

No recuerdo haber reparado nunca en semejante gorila De labios gruesos y mirada lacerante con cabello tupido y mal peinado De piel curtida por las horas sobre el alijo recolectando sueños lascivos hasta llegar a la orilla y despellejar cada segundo en atrapar a los peces que suelen quedarse hasta la noche en los bordes del mar

Ella dice que de su boca salen laberintos y que a través de sus ojos puede verse al mar ¡Yo no creo nada de eso! Lo que sí creo es lo rudo de sus años con sus hombros abiertos y sus manos tenazas donde según ella dice le ha mecido las nalgas y le abierto canales bajo la falda Aún no sabe que existe por debajo de ella sólo sabe las veces que él recorre con la lengua dos tribunas de acero Ella no quiere los castigos que le aprietan el cuello cuando se ve forzada a sembrar por sus senos las orillas que él carga en el centro Porque dice que el toro no parece tan serio sino en cambio al bajar a su ombligo le demuestra que es manso y gorrión en el río

Luego la veo atada a sus cortinas con las nubes pasando por su pecho y a su lado la madre fingiendo que la mira pero yo sé que ella sabe que toda esa farsa es una continuación de la heroína para sentirse sumisa y fragante

Grácil en el témpano de la vida


Marina Centeno