Fotografía de Marina Centeno
Por unos segundos la
respiración al otro lado de la línea se contrae y se disgusta Luego se dirige a
la nevera y destapa una cerveza que consume en 15 segundos Se deja caer sobre
el sillón con la mirada fija en el cerrojo de la puerta cerrada Permanece en la
misma posición sin despegar los ojos de las rasgaduras y heridas profundas que
tiene la madera con claros indicios de haber recibido fuertes golpes que han marcado la geografía de su cuerpo rígido
y añejo En el centro -por el observador de cristal- se filtra una leve luz que
juega con sus pupilas y hace bailar al unísono el polvo que se levanta por el
departamento Sus dedos bambolean una canción sobre el descanso del sillón mientras
observa las sombras escurridizas por debajo de la puerta Permanece inmóvil mientras
por el resquicio observa cómo se detiene por segundos Pasa de largo y el
movimiento del dedo índice continúa deambulando al ritmo de la canción que
tararea suavemente Imperceptible y monótona Los insectos transitan sus oídos De
reojo observa el golpetear de las alas y la punta del espolón que roza su
pálida mejilla para luego terminar en la palma de su mano chapoteando entre
sangre y extremidades totalmente destruidas Mira al insecto con beneplácito con
una melancolía absorta en su agonía El cerrojo se mueve mientras con la mano
intenta limpiar el poco de sangre que deja el insecto al estallar Los labios le
tiemblan y sus ojos tristes muestran un semblante de hastío cuando se desvían
hacia el auricular que se balancea sostenido del cable receptor No puede evitar
una sonrisa cuando el cerrojo se rompe frente a sus ojos y la puerta cruje y se
lastima Fuerte golpes sobre la madera provocan terribles carcajadas que se
confunden con sus lágrimas y su cuerpo convulsiona sobre el piso
Del otro lado de la puerta una
voz solicita pregunta: _¿Alguien en casa? ¡La pizza llegó!
Por respuesta un silencio rotundo
cubre todo el departamento con inquieta parsimonia
_Psss pss, Señor. Hace mucho que ese
departamento está desocupado
_¿Es el número 52? Se pidió una
pizza para esta dirección
_La muerte también tiene hambre
de humor
Por dentro el murmullo de las
voces llega hasta los rincones salpicados de homicidio mientras la puerta se
estremece por la resonancia del vacío