jueves, 29 de junio de 2017
lunes, 26 de junio de 2017
El periodista José Luis Castillejos Ambrocio habla sobre mi poética
El amoroso tiene el verso más perfecto en un largo beso. Tiene en la palabra la expresión contundente de un te amo y es tierra fértil al cariño humano.
Por eso un poeta no se anda por las ramas, va a la flor, al tallo y a la espina y cultiva el pasto con el mismo amor que a un eucalipto o un árbol de anonas.
Aquel que ama no sabe de daños, ni de años, ni de horas y su tiempo es distinto al terrenal pues casi duerme al despuntar la aurora y no se avergüenza si dormita cuando apenas muere la tarde.
En un amoroso las horas son perfectas y los cerros son el nido y el nudo de las circunstancias.
No hay amoroso que no haya recorrido la playa con el verso, no ha dejado de sentir la arena ni de observar el horizonte marino para ver a los pelicanos o la aleta de algún tiburón extraviado.
El amoroso es más que verso y circunstancia. Es la prosa sin prisa de Sabines, el canto de Joaquín Sabina; el poema de Oscar Wong, el drama de Pablo Neruda recorriendo los Andes centrales y el llanto de Alí Chumacero frente al rito frío del olvido y el silencio y el suave murmullo en las letras de Marina Centeno.
Hoy desperté con los escritos del poeta Oscar Wong y recordé a Rosario Castellanos y el estallido de un cohete surcando el aire me hizo evocar la campiña y el canto a Chiapas de Enoc Cancino Casahonda.
Los amorosos somos eso, apenas aves de paso que vamos solitarios por la vida buscando el eco de la montaña y el abrazo cotidiano de la lluvia.
Para qué queremos más.
José Luis Castillejos
Periodista.
Chiapas, México.
martes, 20 de junio de 2017
martes, 13 de junio de 2017
domingo, 11 de junio de 2017
sábado, 10 de junio de 2017
lunes, 5 de junio de 2017
Semblanzas
Pasaron ya algunos años
y sigo teniendo penas
constancias y permanencias
renuente de los sucesos
que puedan surgir del caos
cuando algo que me alborota
que tienta y que seduce
hace llegar a la meta
Sigo siempre de obsesiva
y sin rayar en el vicio
de ser siempre la primera
me gusto por desplazada
por inconstante y serena
Aunque algunos les aturda
la forma en que desenvuelvo
de tanto mirar al cielo
en busca de mis abismos
de oscuridad y tristeza
Si soy o si me parezco
no tengo razón y queja
por algo es que no me hicieron
parecerme a las estrellas
porque no tengo ni el brillo
ni tengo altitud de guerra
Sigo siendo aún la niña
escondida tras las puertas
acostumbrada al silencio
y a la voz en su cabeza
Marina Centeno
sábado, 3 de junio de 2017
Prólogo para ARRUGAS DE SILENCIO de Mercedes Ridocci
ARRUGAS DE SILENCIO
Autor: Mercedes Ridocci
Prólogo: Marina Centeno
Colección: Edición Francesa
Editorial: Playa de Ákaba S.L.
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