"Lo obsceno siempre es una alegría deliciosa:
mirarnos después en la ancianidad rabiosa del blanco y negro,
en el orgasmo como suma de claveles,
en la rama de canela como un navío de olores."
André Cruchaga
Naciente en la página de tus cosas
Aquellas que mordieron nuestros nombres
una y otra vez
Cuando el deseo es el cómplice y el vagabundo
Me enseñaste las ramas y las nueces pequeñas
Diluiste la hora que dedico al paseo
Infinita y didáctica
Entonces sometemos el ahora y el presente
para hacer rabiar a los espejos
con la luz de la cámara dispuesta
a meterse en la piel y el esqueleto
Ay qué largos son los besos a destiempo
con sabor a canela y albaricoque
De tus ojos surgen los enigmas
y el disfraz de doncella a media pierna
Debemos -sí- hacer de cuenta
que existimos en la levedad del poema
cuando el insomnio es un volcán de grosellas
entretenido entre los pezones
y la furia de la naturaleza
como un chaval a campo abierto
en el jadeo de la carrera
A veces nacer para Poeta
es desvestir la piel del enemigo
aunque sea uno mismo
el que alarga la lengua
y se mire al espejo sin reconocerse
Marina Centeno
Yucatán México