miércoles, 14 de septiembre de 2011

El lector, eje principal del contenido escrito.




Interpretación: Tarea aleatoria.




En base al encuentro que precede entre obra y lector, la consecuencia no se hace esperar desde una consiente elaboración donde la diversidad de analogías transitan por el contenido de un poema. Lo fundamental no gira en torno al estilo o a la sistemática estructural elaborada por el autor, sino a la recepción del lector, desde el ángulo interpretativo como base en la concepción de un poema que se justifica, y en algunos casos, idealiza al "yo" poético que se imprima a la obra.



La formación mental juega un papel importante en la interpretación, pudiendo ser desde la más estrecha conjetura hasta la significación total de la obra que no desmorona ni desmerita el punto original del autor. De hecho, mientras más amplio el curso interpretativo, más lejano el autor, esto último no es una conducta adoptada por alguno de los dos (autor/lector) sino un deslinde que conduce hacia la sala interpretativa donde cada uno busca el sitio donde edificar su posición.



A raíz de todo esto se establece comunicación entre el poema y el lector bajo inexorables signos y símbolos que llegan de manera inexplícita hasta formar una muralla de contradicciones que se ejercen a través de claves protegiendo la naturaleza histórica del lector, es así y desde ese punto que el contenido hace entrada a la interpretación procediendo a formalizarse en el momento que el lector decida a ordenar sus ideas pasado el tiempo que él considere prudente.



Hay lectores que requieren de una capacitación interpretativa ardua y precisa, por esa razón es válido que transiten por la obra las veces que lo requieran y a cada leída los síntomas interpretativos desobstruyen los pasos para su aprovechamiento.



El coincidir con la idea original es caso fortuito. La obligación del autor termina desde el momento en que plasma bajo escritura sus ideas analógicas. Lo que suceda con el contenido queda bajo la responsabilidad del lector asumiendo su postura con la seriedad y su consecuente.




La carencia de una interpretación no es responsabilidad ni del autor, ni del lector, en estos casos el poema adquiere una subyugante bajo otras líneas interpretativas que pudieran ser de índole gramatical o estético y que el lector no deja pasar pero que no valoriza al momento de concebir su comprensión, refiriéndose al contenido, pero que generaliza al momento de leer.



La disciplina impuesta por el lector al momento de asumir la responsabilidad de su interpretación y apego a determinada obra es de igual importancia que la disciplina que adquiere el autor al momento de concebir su escritura. Por esta razón el papel del lector juega un papel de valía en la vida del poema, dado el peso conceptual e interpretativo que habilita a la obra y la vuelve perenne.


La potencialidad del escritor se ejerce a medida que se involucra con el lector. Desde un pedestal se accede al panorama únicamente con la mirada. El intercambio resulta beneficioso cuando se permanece sin niveles de escalafón.















(Derechos reservados: Marina Centeno “El lector, eje principal del contenido escrito” Mérida Yucatán México 2011)

martes, 13 de septiembre de 2011

Terapia intensiva






Día 59._

A propósito del poema de mi autoría, "Postparto": Los componentes que trabajan en mi organismo no tienen la perfección que se debiera: nací imperfecta y me jacto de serlo.
Yo, en mi protagónico, yo en mi conjunto, totalmente visible.
"Postparto", una manera de enquistarme nuevamente y relucir voluntariosa y frágil.


Marina Centeno
Yucatán México

sábado, 3 de septiembre de 2011

Terapia intensiva

Día 58._


El poema puede hacerse cuestión de sí mismo sin que el poeta tenga la intención explícita de que así suceda. En todos los poetas se presenta esta distancia entre el sentimiento y la palabra que es a la vez forma de expresión y límite de la expresión.


(Ramón Xirau, "Poesía y conocimiento" Editorial Cromocolor 1993)

jueves, 1 de septiembre de 2011

Terapia intensiva

Día 57._


La figura humana como arquetipo del poema es el manifiesto de la rebelión y la trascendencia. El símbolo que representa la alianza entre lector y autor.



(Derecho de autor: Marina Centeno. "El lector, eje principal del contenido escrito" Mérida, Yucatán, 2011)


miércoles, 31 de agosto de 2011

Terapia intensiva

Día 56._


Hay una incomprensión desconcertante hacia la poesía "que sí se entiende". Paradójicamente, resulta que los profesores leían con más cuidado y acababan entendiendo más la "que no se entendía". Les daba ocasión para pedir becas, investigar y organizar toda una industria hermenéutica. En cambio, la poesía "que sí se entiende" los toma desprevenidos. No entienden nada porque creen entender. Abandonan las cautelas más elementales. Creen que un poema que no ofrece dificultades para ser leído burdamente es un poema burdo. Creen que está escrito a lo fácil lo que leen a lo fácil. No sienten nada de lo que creen que hay que sentir, y les pasa de noche un gusto nuevo para el cual no tienen expectativas hechas.

(Gabriel Zaid, "Ensayos sobre poesía". El Colegio nacional, México 2004)

martes, 30 de agosto de 2011

Terapia intensiva

Día 55.-


Se habla mucho, y es justo, de los nuevos novelistas mexicanos. Hay que hablar también de los poetas jóvenes. Procuraré hacerlo -sin miedo pero con la certeza de que mis juicios son provisionales. (¿Hay juicios definitivos?) En lo que sigue me guía el entusiasmo. El conjunto es rico, polémico y en perpetuo movimiento. Para acercarme a ese torbellino se me ocurrió una estratagema: oponer al movimiento el movimiento.


(Octavio Paz, "Poesía en movimiento" México1966 )

lunes, 29 de agosto de 2011

Terapia intensiva

Día 54._


Toda labor critica literaria es sólo un acto de aproximación a una "singularidad" física como es el arte poético. Las diferentes entradas teóricas a la comprensión de la poesía, se pueden reducir a dos formas de analizar el poema, que son las herramientas críticas textuales, reducidas -a pesar de los vericuetos y eclecticismos- a una visión centralizada y obsesiva del poema, al que llaman asépticamente "texto" y la segunda -más flexible- es una mirada contextual que pretende ser el ingreso a la interpretación del contexto en el que se desarrolla la obra del autor.


(Derecho de autor: Leo Zelada, "Nueva poesía hispanoaméricana: Más allá de la posmodernidad." Madrid, 2010)

domingo, 28 de agosto de 2011

Wish You Were Here

Terapia intensiva

Día 53.-

Toda literatura, y la nuestra desde luego, tiene dos órdenes generales de problemas. Los primeros, y acaso los fundamentales, son los de orden interno: problemas de calidad y perfección, problemas de estilo, de técnicas, de temas, etcétera. Y si es verdad que no son ajenas estas cuestiones internas del oficio literario a ciertos estímulos y móviles externos, si las obras no permanecen del todo extrañas a los influjos de corrientes ideológicas y de gusto, es preciso aceptar, al fin, que las elecciones se deciden en el secreto juego de la intimidad de cada escritor y que, por lo mismo, muy débil es la intervención que en ese campo pueden tener las interpretaciones extrañas.

La segunda especie de problemas es de orden más bien externo y en ellos incluyo todos los que se refieren a la relación y ajuste del escritor con la realidad, con la sociedad y el mundo a que pertenece y a que se destinan sus creaciones. "Realidad" o circunstancia, sociedad y mundo implican aquí conceptos literarios estéticos, conceptos sociales y políticos, conceptos morales y religiosos, en la medidad en que se relacionen en algún orden al escritor y a sus creaciones con aquella realidad o con aquel mundo, e implican también otro orden de relaciones de tipo práctico, consecuencia, por lo general, de aquellos conceptos.

D.R. a José Luis Martínez (Problemas literarios, LECTURAS MEXICANAS. CONACULTA 1996)

viernes, 26 de agosto de 2011

Terapia intensiva

Día 52.-

“Llantema" es un concentrado de lágrimas a base de golpes y desfiguros. Sobriedades líquidas a cuenta gota en dedales de verso.


Marina Centeno
Yucatán México

Terapia intensiva

Día 51._

La síntesis en la economía de palabras depende del planteamiento poético que ofrece cada autor. No existe regla alguna, excepto la poesía medida, para fijar la longitud del verso. Aún tratándose de autores de "vuelo largo", casiprosistas, se rige la capacidad de síntesis dependiendo del tema a tratar conservando la construcción estructural del poema.


Marina Centeno
Yucatán México






Derechos de autor/Mérida, Yucatán, 2011 Marina Centeno. "El lector, eje principal del contenido escrito."



Terapia intensiva

Día 50.-


Enfatizar una emoción es hacer partícipe al lector. Transmitirle la emotividad en forma directa sin necesidad de alterar el ritmo cardíaco del poema. Mantener la voz poética en una dirección, atravesando caminos en el interior del poema, bajo el hilo conductor sin necesidad de alterar la figura principal.



Los delirios poéticos de André Cruchaga, por citar lo contemporáneo, tienen una carga suficiente que transmite al lector la emotividad de su cargamento, la textura rasposa y el hilo firme de su conducción. Para este autor no es necesario significar las emociones interiores del poema, salvo el interdiálogo que utiliza en determinados casos, que viene a colorear el paisaje histórico del poema.



No hay que menospreciar al lector volátil o no instruido, porque uno se lleva sorpresas. La captación resulta espontánea y altamente nutriente. El acercamiento ambiguo trae una manera diferente de entablar el diálogo con el lector. Tal vez, la rasposidad del primer encuentro sea moneda tirada al aire -con su cara y con su cruz -. Para el lector: el ofrecimiento poético de primera instancia. Para el autor, la emotividad.


Un lector sin registros en antecedentes poéticos llega cargado de expectativas y se vuelve ávido y totalmente receptivo.


Concebir la poesía desde una faceta "exorcística", es una falta de respeto al género. Su labor depende de la entrega al oficio y la permanencia del autor dentro del contenido. El trabajo exorcisante es una ligereza que asumen algunos autores para llenarse la boca de protagonismo innecesario y que al lector le resulta atractivo, no por mucho tiempo. La permanencia del lector depende de la capacidad del autor para incorporarse al poema y lograr que el lector la crea suya.



Marina Centeno
Yucatán México



(Derechos de autor/Mérida, Yucatán, 2011 "El lector, eje principal del contenido escrito")

jueves, 25 de agosto de 2011

Terapia intensiva

Día 49.-

"En una producción poética lo que menos importa es el número de páginas, sino las veces que el lector pase por cada uno de los poemas."

Marina Centeno
Yucatán México



(Derechos de autor, Mérida, Yucatán 2011. "El lector, eje principal del contenido escrito")


miércoles, 4 de mayo de 2011

Terapia Intensiva

Día 48._

El escritor, como el árbol, crece de su propia semilla pero debe alimentarse y asentarse en la tierra y recibir los alientos vitales de la atmósfera que lo circunda. No puede desarrollarse, pues, en sí mismo, aislado y fuera de su tiempo; se debe, tanto como a sí mismo, a cuanto le rodea; su circunstancia lo modifica y condiciona y él, a su vez, modifica y condiciona su realidad en torno.

Siguiendo este símil, la atmósfera, aire y lluvia recibidos del exterior, equivale par el escritor a los estímulos y a las lecciones de la cultura universal que él acierte a captar y a toda la vida misma que haya convertido en su experiencia; la tierra que lo nutre y lo asienta es la tradición cultura y vital de su pueblo, de la cual él forma parte y es un elemento activo, la que le ha impuesto sus rasgos distintivos, sus posibilidades y sus limitaciones y a la cual su obra personal ha de agregarse, nueva tierra y nuevo sustento para su posteridad, enriqueciendo aquel sedimento o añadiéndole sólo una materia inerte.

El escritor que aspira a una formación orgánica requiere, pues, tanto como el impulso de sus propios dones y la conquista de  experiencias vitales y culturales, la conciencia plena de la tradición de que él forma parte.

José Luis Martínez (Problemas literarios, Lecturas mexicanas)

jueves, 28 de abril de 2011

Terapia Intensiva

Día 47._


Pero hacer poesía no puede reducirse a hacer historia, ni juzgarse únicamente desde ese punto de vista. Si esta generación todavía no hace historia, ha hecho ya una poesía que confirma la buena savia de la selva, y que atrae por su riqueza, su misterio, su vitalidad ensimismada: esos ritmos fértiles que Thomas Hoeksema ha sabido escuchar en The fertile rhythms: Contemporary women poet of Mexico.

Gabriel Zaid (Ensayos sobre poesía)

miércoles, 27 de abril de 2011

Terapia Intensiva

Día 46._


Sucede a veces al entrar al cine: las manchas blancas y negras de la pantalla desorientan. No sabemos mirar lo que estamos viendo, al menos por un instante.

Sucede a veces tambien al despertar en lugares inesperados. Uno está queriendo mirar lo habitual, y a pesar de estar viendo con los ojos abiertos, no "ve". La realidad se desvanece en manchas "no figurativas", en bultos insólitos, en espacios desconcertantes. ¿Qué lugares son éstos, de la realidad, de la sensibilidad, de su encuentro o de esas

zonas íntimas del ojo
(donde) no ocurre nada, no, sólo esta luz

como dice el epígrafe de Muerte sin fin con que se abre el libro Sólo esta luz de Isabel Fraire, Ediciones Era.

Hay algo ahí, precisamente. Algo que se desvanece en el instante en que se configura. Que tiene que ver con la llamada psicología de la Gestalt, con nuestra espontánea y educable capacidad de integrar totalidades con sentido; con la realidad de ese sentido y sinsentido de las impresiones que nos asaltan, sin forma aún, hasta que se nos vuelven habitables. Que recuerda los juegos de la óptica recreativa: el calidoscopio o las fotos tomadas muy de cerca para jugar a las adivinanzas de reconocer qué es. Pero también los "juegos" angustiosos, que ponen en juego el sentido mismo del mundo, en ese instante en que se desfigura o configura.

La poesía de Isabel Fraire se da, toma su fuerza y se refiera a esa zona o instante en que las sensaciones se vuelven sentido y el sentido se disuelve en sensaciones.

(Gabriel Zaid, Ensayos sobre Poesía)

martes, 26 de abril de 2011

Terapia Intensiva

Día 45._

Si las comparaciones son odiosas, es porque siempre tienen un efecto reductivo, que es una injusticia de partida. ¿Qué es más, una montaña o una nube? La cuestión es absurda a menos que reduzcamos la montaña y la nube a un valor común. Solidez (gana la montaña), ligereza (gana la nube), brevedad tipográfica (la nube, en español), altura (según el caso). Pero ni la montaña ni la nube pueden reducirse a solidez, altura o brevedad. Esta injusticia se hace a ciertas obras cuando se les exige lo que no viene al caso, por comparación con otras obras en las que sí viene.

Pero lo peor sucede cuando el autor mismo, para competir, para superar, cae en la sumisión de esas comparaciones y se plantea falsas exigencias. El competidor es la forma activa del imitador. Por lo mismo, se condena a perder. Puesto que cumple fines que no son suyos, nunca logrará lo mismo que el autor fatalmente arrastrado a problemas que empezaron por ser suyos, aunque luego se pusieran de moda. Además para cuando tales problemas se ponen de moda, ha transcurrido un tiempo, lo cual quiere decir que, en alguna parte, alguien (demasiado ocupado con su verdaderos problemas para ocuparse de la moda) ya está creando algo que luego se pondrá de moda.

Nunca se acaba.

Terapia Intensiva

Día 44._


"Todos somos poetas de transición:/la poesía jamás se queda inmóvil"
("Manifiesto" en Irás y no volverás de José Emilio Pacheco)

domingo, 24 de abril de 2011

Terapia Intensiva

Día 43._

Un poema es un programa de actos labiales, visuales, asociativos, que interpreta el lector, como un actor. Puede pensarse en una "máquina" de leer, que sería el lector. El programa (el poema) que movería el lector (como los surcos de un disco mueven la aguja del tocadiscos) tendría previsto el estímulo visual de tal palabra, el clic de tal giro insólito, el hecho de que la palabra siguiente no empiece con una posición labial o de la lengua que exija una "digitación" imposible (por falta de tiempo, dada la posición terminal de la palabra anterior), etcétera. Sin embargo, la función totalizadora que exige el poema (y, que en ese sentido, puede considerarse una función "programada") no es automática: ninguna máquina puede integrar el poema como totalidad de lectura consciente. Ningún tocadiscos puede totalizar la sonata que recorre, pero no escucha, a diferencia del intérprete.

La totalización del poema exige asumir la libertad del intérprete previsto o "programado" en el poema: no necesariamente la primera persona que dice "yo" en los versos, sino el papael del autor que está leyendo con los ojos del lector. El lector se "pone en el caso" como una máquina analógica, pero la "máquina" deja de serlo porque su recreación es intransferible. Hay tantas actuaciones como lectores. La recreación no es una "respuesta condicionada", sino una expresión virtual de sí mismo, asumida con la distancia y libertad con que el autor mismo asume su obra.

La persona que hizo el programa (el autor como escritor, no como personaje implícito o explícito) es la primera que lo prueba, lo ajusta, lo verifica, no de acuerdo con ciertas normas para escribir, sino existencialmente, leyendo. Es el primer lector de su obra, el lector protagonista que luego deja este papel a todo lector. Su personalísima interpretación deja su huella en el papel, pero es únicamente suya, y hasta cierto punto incomunicable: la "función totalizadora de la máquina humana" nos hace únicos y concretos y por lo mismo semejantes, tanto en el sentido abstracto de tener la misma forma, como en el sentido concreto de ser, hoy, aqui, tú y yo, comunicantes.

LO QUE YO LEO NUNCA ES LO QUE TÚ LEES.

sábado, 23 de abril de 2011

Terapia Intensiva

Día 42.-

Es un hecho, la carga subjetiva es más poderosa en la poesía contemporánea que en la poesía clásica. Pero subjetividad no es -puedo no ser- signo de aislamiento. La subjetividad es relación y es contacto. "Hay que ser objetivo consigo mismo y subjetivo con los demás" (Kierkegaard)

Poesía y conocimiento (Ramón Xirau)