Me dediqué a romper el hielo
de ida y vuelta
en las líneas de tu cuerpo
de aquellas anchas de penumbra
mientras pasaba el mundo en nuestros labios
con los roces a quiebra de nosotros
y en el dominio –uno arriba otro abajo-
abastecerse de aroma en lo profundo
Marina Centeno
Yucatán México