martes, 24 de septiembre de 2013

Interiores


La poesía es una enfermedad
que dio conmigo en el blanco
avasalla los pasadizos
y hace una muralla de cal
sobre los labios
Ahora tengo la pose y el presentimiento
la razón de tratarme como extraño
en un mundo que solo me construyo
cuando tengo abrojos y agravios
Ahora soy el cielo en el infierno
lo violento del mar que traigo adentro
y que oculto como madriguera
con sus hijos pequeños
No merezco el pétalo
mucho menos las voces que imagino
cuando tengo los versos como rosas
zarandeadas al viento

Marina Centeno
Yucatán México