Fotografía propiedad de Max Grazed
Francia
Los últimos instantes en el desasosiego
de las cosas venideras
sin saber si estamos en el clímax
o al borde del precipicio
...aún así reímos
y nos aferramos a la efervescencia
para subir tan alto como nos permita
la adversidad
Navegar mar a cuestas
sobre de nosotros mismos
y percibir que el mundo
pertenece a los que buscan
más allá del camino
más allá de la palabra
más allá del azul del infinito
Entonces
solemos buscar palomas
en la mensajería
y saber que es preciso
continuar en la ruta
a través del paño
que desata la lluvia
La pauta que determine el tiempo
para saborear del mundo
la palabra melancolía
Y volver
volver cuántas veces sea necesario
en el instante justo que determina el ocaso
o -simplemente- renacer
Sentirnos merecedores
del silencio y lo abrupto
de la página en blanco
y del verso cauto y expresivo
para hacernos ideales y concisos
Y saber que no existe
la palabra mentira
yuxtapuesta en la línea
de la desolación
hasta saber como crece la noche
sobre la Poesía...
sobre la Poesía...
sobre la Poesía...
Tropezar sin caernos
Tambalear en el equilibrio
De lo justo a lo blando
De lo dulce a la sal
Con el nido en el brazo
Con el puente hacia el mar...
Porque abarcamos
el vino y la premura
asestamos el golpe a la medida
y celebramos la derrota con lucidez
...y conocemos lo que toca el tiempo
pero no sabemos lo que ve
Marina Centeno
Yucatán México