A veces veo la sal por las orillas
del sueño colgado en las paredes
mientras el mundo recorre los enigmas
para sobrevivir cuando la luz inunda
los espacios tristes y vacíos
Es normal que falte la ternura
también la ebriedad del vino en las vasijas
cuando siento la carga de los estallidos
porque se aloja el llanto entre las grietas
y mi cuerpo se dobla por el peso
cuando no tengo ánimo de escapar
Marina Centeno