Ella tomó el camino del silencio
Amaneció en el sendero del olvido
y se fue sin tocar el riego de las plantas
Ahora está el perro en el desasociego
y la cortina se mece con descaro
pareciera que el tiempo se embrutece
y no basta el trino de los pájaros
Reunimos recortes y noticias
para aparentar que el río en su corriente
trae ruido a la orilla -nuestra orilla-
sin embargo cada cual -a solas-
tristeamos y amasamos los sollozos
como críos que precisan del abrazo
que temen a la noche y a la penumbra
que se sientan en medio de la nada
a contemplar la tarde y su monotonía
Ella tiene un despunte entre nosotros
se adelanta a la luz y al arcoíris
y nos vuelve a mirar desde su casa
(como mira la bruma)
Marina Centeno