Todavía recuerdo la colmena
del olor a manzana en el sillón
que mecía con calma cada pena
y quedaba en letargo sin razón
Todavía en mis poros se condena
la esperanza creciente y desazón
Todavía te busco en la serena
estructura inocente del renglón
Aún conservo tus manos primitivas
con la espesa fragancia de tu tacto
y el desierto caliente de tu voz
Son las horas del día en efusivas
que escribir me parece como un pacto
de una historia inconclusa para dos
Marina Centeno
De A-temporal