miércoles, 11 de mayo de 2016

Epílogo a la muerte

Imagen tomada de la red






Ver caer las horas de la tarde
cuando el sol se escarcha en lo imposible
y la muerte incendia los caminos
para saber que estamos obstruidos
en la verdad que tiene como nombre
un sinfín de huecos y vacíos

Más allá del dolor existen las paredes
lugares donde tiritan los recuerdos
que se alimentan de la cal y del granito

Nada sabe igual después que el tiempo
mancilla con sus fauces al olvido
y nos vemos tremendamente turbios
al iniciar el periodo del crepúsculo
cuando los ojos buscan los enredos
de las sombras que se extienden sobre el muro
para derramar oscuridad sobre nosotros
-preludio de algún témpano infinito-

Ahora caen palabras por diluvio


Marina Centeno