Imagen: marinacenteno
Una mujer y un hombre se aplastan y se adhieren
se espesan en el agua y en la carne
entrometen los dedos en el vicio
para mover al tiempo con sus redes
Una mujer y un hombre se aprietan a su cuerpo
se escucha el crujir de sabanas y huesos
cuando dejan remar las blandas conjeturas
que terminan su juicio maldiciendo
Una mujer y un hombre se buscan en el lodo
y estremecen el fango de los sueños
cuando surgen caudillos y enemigos
más allá del páramo del miedo
Una mujer y un hombre siniestran mariposas
para hacer triturar los días del invierno
mientras pisan las hojas-calendario
entre nidos y cauda de recuerdos
Marina Centeno