No tengo el color
de la aurora en invierno
mi piel esta compuesta por abruptos
una mansión serena de misterios
agrupados en toldos
que semejan las veces del intento
No me tienta la carne por ser carne
si el diente se hunde
sin temor a perder el calcio ajeno
cuando todo es voraz dentro del vicio
Desde el callo al mecate
del pulgar al desarme
de explorar el abismo
Para ser un cañón basta el silencio
Marina Centeno
Yucatán México