Un día estando en casa
se cayeron las cazuelas
el estruendo fue sonoro
y las manos temblorosas
recogieron los pedazos
de lo que fuimos y somos
Abierto a la luz del día
el semblante de los tontos
que a sabiendas del engaño
siguen persiguiendo nauseas
...así llegada la noche
con la brisa en la canela
de ventanas semi abiertas
donde se cuela el despojo
y una que otra lontananza
más allá de lo que el vicio
arrastra y lo hace polvo
Marina Centeno
Yucatán México