De ese mundo donde las antorchas
se iluminan a modo venidero
y decae el morbo y el incendio
para ser persuasivos en el tacto
melindrosos de vientos en dominio
lacerante en el callo
sin más palco de asombro
que el vicio de saberse en el entierro
con el luto a la caña
y una que otra mirada de soslayo
Marina Centeno
Yucatán México