El mundo simplemente no me place
cuando le sobra sangre a mis heridas
y me cae el café y la nicotina
para robar mis alas de gigante
sin el apuro de la fantasía
ni el disfraz de poema en la tumba
no me place el silbato ni la jaula
con barrotes de oro
para volverse oriunda
reparando el tórax
con los dedos teclado
que resuena el silencio en la penumbra
Marina Centeno
Yucatán México