Yo que anduve caminos taciturnos
que bebí de la noche su negrura
a mi cuerpo reseco lo embadurno
con palabras que citan su amargura
Yo que porto el disfraz de perdedora
y me ciño corona de miseria
no me asusta me tilden de traidora
que me importa muy poco la materia
Yo que tengo al amor en el quebranto
de mareas y quietos precipicios
cuando alcanzo su piel y me adelanto
con caricias y labios como indicio
Y me atrevo a soñar y estar despierta
aunque tenga la herida entreabierta
Marina Centeno