Ella: He visto unos peces
manejarse sin descanso
con la brevedad del cuerpo de una ola
y la espuma hacia mar adentro
Sé que prefieres nombrarme
cada una de las formas
que templa la oscuridad
cuando tus manos buscan
la región blanda del tedio y espejismo
donde está el hábitat de mis labios
Sé que pasará el tiempo
y crecerán las voces dentro de mí
como dardos que se incrustan
alimentando el origen del engaño
Aún despierta
sigo viendo palomas y fracasos
Él: ¡
Tu silencio es imperdonable!
Marina Centeno