miércoles, 7 de abril de 2010

terapia intensiva


Día 27.-
La poesía puede ser literalmente memorable. Un texto de prosa memorable no suele serlo en forma literal. Aunque haya quien se aprenda textos de inmensa longitud de memoria, la prosa memorable no suele quedarse de memoria, fuera de algunas frases. Más aún no lo necesita. Apela a otro tipo de memoración: las escenas, ambientes, ideas, caracteres; el despliegue de la argumentación, los contrapuntos, la orquestación, montaje, tono, sorpresas.
En todo lo que requiere cuidar palabra por la palabra, la prosa admite descuidos imperdonables en poesía.
Si uno va siguiendo las ideas de un buen prosista, la música prosódica y otros efectos literarios refuerzan la exposición, hasta por el hecho de no hacerse notar demasiado. La composición palabra por palabra queda, puede decirse, en la zona de reojo. El centro de atención no está ahí.
En cambio la atención funciona de otro modo en el poema: está centrada en la composición palabra por palabra, y deja en la zona de reojo lo contextual. Por eso un descuido se nota más y daña más en un poema. Lo insignificante en prosa no lo es en poesía: es leído como significante, aunque no lo sea; y estorba si de hecho no lo es.
Gabriel Zaid.