domingo, 26 de mayo de 2013

En defensa propia




Me he vuelto sucesor de las caídas
en los pétalos que tiñen la terraza
con su aroma a muerte en la resina
con que quiebra la flor desesperanza
y me tinto el cabello porque pienso
que ser lúgubre es una cualidad
como otras tantas que adornan
mi sed de pusilánime
con el tibio color de cobre
con que se cubren mis canas
Ya no tengo la edad de los que pueden
invertir el tiempo en ilusiones
Por esa razón voy tras la ráfaga
a pesar del doblez de mis esquinas
o la fuga de vientre entre mis ancas
de yegua que trastoca los enigmas
al trotar el porqué de dos en muchas
de la que soy y creo ser -sin ser de nadie-
porque nadie reclama por mis uñas
porque nadie reclama por mis alas

Marina Centeno
Yucatán México