II
Estamos haciendo -desesperadamente-
lo imposible para olvidarnos
partimos la casa a la mitad
y a diario unimos al silencio
hacemos la comida y el desayuno
hacemos la comida y el desayuno
y frotamos el recuerdo al acostarnos
de ahí que de pronto
me parezca el internet una faceta más
para acariciar al mundo
mientras los días
se abanican en el calendario
como si nada pasara
más que dos que atraviesan
una muralla de prestamos
y engaños
Marina Centeno
Yucatán México