Estiro la mano y sólo encuentro
un manojo de versos
una almohada de estrellas
y un abismo en el borde de los ojos
recorro la llanura
de las paredes blancas
que aún conservan insomnios
de las noches en vela
El vacío es tan amplio
que a las cosas
le surgen alas de algún modo
y sobrevuelan el espacio y enigma
donde dejo dormir a las palabras
por si acaso
pongo el vaso a la puerta
para cuando llegue la lluvia
y me encuentre
escribiendo un poema...
escribiendo un poema...
Marina Centeno