Fotografía tomada de la red
Poesía es incógnita del infinito
en el triste sabor de la injusticia
cuando muerde la piel con sus colmillos
y absorbe la sangre de la ruina
para hacernos fragmento de la noche
en unión con las cuerdas del crepúsculo
y nos surge la espuma desde adentro
como un témpano absorto de egoísmo
que supura su propia madrugada
afianzamos debates de misterio
con las garras de un mítico asesino
de palomas que vuelan los renglones
en la búsqueda pura y transparente
mientras llega la hora de los puntos
con sarcasmo a la orilla de la diéresis
mientras yo me aproximo al precipicio
y le encuentro las alas a la muerte
Marina Centeno