Fotografía tomada de la red
El mundo sigue siendo una guarida
una cama de clavos que lastiman
y traspasan la carne con dulzura
para verlo de un modo diferente
Si miramos atrás en movimiento
sonreímos al hueco del pasado
que se encarga del miedo a dentellada
para luego escupir sobre el recuerdo
Sin embargo el tiempo y su falsía
nos arroja al abismo del futuro
con sus cuencas abiertas al vacío
Y rotamos el mundo al holocausto
como un juego de niños inocentes
que al espejo se miran a sí mismos
Marina Centeno