Fotografía: marinacenteno
Con el vaivén con que las turbias olas
se aproximan al borde de los dedos
siento llegar la humedad silente
hasta lo hondo de mi pensamiento
y me detengo al fondo del crepúsculo
donde el agua confirma su paciencia
para saber que existo todavía
en el lugar donde la barca empuja
y se mece con eficaz ternura
para rodar entre la suave brisa
y columpiarse hasta perder el rumbo
como se pierden las nubes a lo lejos
Marina Centeno