La poesía por
naturaleza crea una atmósfera dentro de
su contenido, una habitación con ventanas abiertas por donde el lector busca divisar los caminos y
sus incógnitas. La poesía –desde antaño-
trae marcas, signos y símbolos que ejercen el poder dentro de sí misma ahuyentado
de modo específico al autor para formar su propio mundo, es cuando el lector
determina su estancia y su trayecto.
Los rasgos
característicos del idioma hablan de la fuerza que ejerce su voluntad sonora dentro
del lenguaje. El idioma embalsama de
manera eficaz el contenido creando una sola unidad, una sola pieza de
mampostería firme. Esta herramienta tiene por resultado la base fundamental
donde el lector apoya con seguridad su autonomía y se involucra ampliamente con
las posibilidades que ofrece la poesía.
“Tormenta de
especias” trae consigo una mezcla sustanciosa de idiomas (árabe y español), como herramienta de búsqueda y encuentro. Una
forma atractiva de mantener el baluarte del idioma, en el equilibrio sonoro que
no es indiferente para el lector. El español haciendo relieve en una producción
intimista. Es así como la sonoridad del lenguaje recrea los rincones más
íntimos de un ser que persevera, lucha y se impone ante su sensibilidad desde
un ángulo creativo persuadido por la autenticidad que se construye dentro del
poemario para intensificar el mensaje y la veracidad que se maneja dentro del
mismo.
La claridez se
lee con gusto sin metodología que actúe para resolver los enigmas que se
pudieran presentar dentro de la temática estructuralista de un poemario. Es así como “Tormenta de especias” transforma la cotidianidad en una expresión
lirica mediante objetos característicos y situaciones que embarcan al lector
hacia un mundo contemporáneo donde la sobriedad hace realce en la presencia
femenina con una voz poética justa, determinante y precisa.
“En el alba una cara
se levanta sumergida
en una lágrima azul
que se desliza suave
sobre un cristal de vaho.
Y la cama solitaria
la mesa hambrienta
un sofá viejo y cansado
como su alma.
La mujer descansa
entre fuentes de amargura”
“Tormenta de
especias” sin ánimo de resolver, enemistar o fraguar fundamentos que cohíban e
inciten al lector, propone y conduce hacia una cultura de equidad, sin evasivas
ni reproches.
Un vislumbre de
la poesía árabe contemporánea donde la voz femenina reflexiona y tramita versos
contemplativos con la sutileza de la mano creadora dentro de un escenario
razonable y elocuente.
Lamiae El
Amrani en su propia lucidez de mujer
contemporánea bajo su conciencia poética trae consigo una “Tormenta de
especias” que desdobla al artista y ofrece al lector una manera efectiva de trasladarse
a la poética comprometida, a la poética servible y comunicable y por esencia
utilitaria.
“Tormenta de
Especias” Un acierto poético con el
ánimo de proceder ante el lector para infundir una presencia en el arte de la
escritura en español.
Progreso Yucatán
a 25 de abril de 2012
Marina Centeno
Yucatán México