Vuelca la mar de luz intermitente en las orillas Ahora el delantal tiene la arruga indeleble de la brisa cuando se acomoda el peine tras la oreja Por qué la voluntad del exilio permanece en el mutismo de la hombría Luego
-semidesnuda- traspapela el nombre del afortunado y en la breve comunión de su silencio arropa entre su pecho a los fracasos
Marina Centeno
Yucatán México