La sombra de mi sombra acontece como una mano larga que me alcanza En este vacío donde las paredes son pilares y trampas Ahora busco en los cajones los disturbios que tuvimos cuando eramos aún los impostores de la realidad De nuevo salgo a cazar a las gaviotas en la mancha del mar sobre mi falda para huir de mi misma y dejar los vestigios en la cama como gotas de agua que se dispersan en pausas
Marina Centeno
Yucatán México