Hubo un tiempo en que los dos
asistimos al mismo horizonte
contemplando la misma
quebradura de sol
mientras los niños trepaban
a columpios de leche
y los muchachos hablaban
de internet y su benefactor
Desde entonces
sabemos que la sal es condimento
de las buenas costumbres
y que soñar
es asistirse uno mismo
con los ojos cerrados
bajo techo de zinc
Marina Centeno
Yucatán México