Sucumbo al desgano y a la ira
a la literatura que pone a manifiesto
como una masa de yoes imprecisos
que generan un caos
sin saber hacia dónde van los retos
o la intelectualidad que tanto se habla
y que acierta a todo y a nada
Sucumbo a la anafora
en esta cuadratura que construyo
sin elementos voraces
de sutil pergamino en las montañas
donde surge el Nietzchie
y se enluta el disfraz de las metáforas
Sucumbo al final de los finales
de la Oda en bucólica
que se enreda al cuchillo
y cercena el hígado en palabras
Marina Centeno