Pagar las deudas contraídas y quedarse a salvo del proveedor deja una inmensa sensación de honestidad y valor Alto valor para la sociedad a la que pertenezco y que me acoge como una más de este pedazo de sustancia donde me tocó vivir Nada se me ha dado fácil y no me quejo todo lo contrario voy aprendiendo de mis carencias y mis necesidades sería una perfecta imbécil si el error no me fuera útil y en casos necesarios. Pero volviendo a lo deudor cada que saldo una deuda deja un vacío insatisfecho una oquedad en cada fibra para almacenar lo grande que resulta ser honesto en el momento debido Por esta razón y otras más ignoro a quien mi vida le resulta una burla o en el peor de los casos lo innecesaria que soy para gente que no aprovecha de la Poesía el líquido de la razón sino únicamente le buscan el lado sensibilizoide tan sólo para hacer mella en el Autor
El Poeta no sale inmune en la escritura.
Marina Centeno