Especulaciones de un Silencio
Cuando del borde de las rosas
surge el pliegue inevitable de la muerte:
emigran las golondrinas
se evapora el aroma de las flores
caen los copos de nieve sobre el huerto seco
y duele la resaca de la embriaguez pasada
El ser alado del pretérito
se refugia mezquino en el pensamiento
Recorre la casa
Juega con la hierba crecida del patio
en donde caen las hojas secas
y los frutos yertos se pudren a mis pies
¡Esos nidos colgantes y vacíos!
Cómo duele el silencio
cuando descubro la inesperada soledad
-pátina cubriendo el pasado
coraza indestructible
que llega puntual cada mañana-
Se alargan los días
Se alargan las noches
Se encorvan mis alas
y en la oquedad de la existencia
siento la caricia funesta
como una tierna pesadilla que acude a mis penas
Cuando la vea llegar:
desnuda inevitable e inmensa
soportando el hedor del corazón manchado
me tomará en sus brazos
acogerá mi cuerpo mutilado
para sembrar semillas en mi vientre
¡Volverá!
volverá a mí… pausadamente
Marina Centeno