miércoles, 10 de agosto de 2016

VIAJERO




Algo llega hasta mí como un presagio
como una premonición de la desdicha
siembra ruidos por todos los rincones
y se deja escapar por las ventanas

Algo llega con signos de descaro
se coloca a sí mismo en cada cripta
al dejarse morir tras de mi sombra
convertido en reflejo de la luna

Algo tiene de nuevo el paisaje
cuando tengo la carga en la osadía
de voltear al revés todas las flores
y sembrar a la tierra las espinas

Algo queda en las grietas que no alcanza
a romper el enigma en las paredes
porque dejo rodar sobre mi cuerpo
sus diez dedos y el signo de sus manos


Marina Centeno