Ella: Las horas son
como el compás de las hormigas
con lunares incómodos
y recovecos en el cementerio
En su sitio
las cosas contraen el pálpito
y los nubarrones
Yo muero en el invierno
cuando las hojas tienen la sutura
de las estaciones
y me atosiga -amor-
con tu espada sobre el cemento de mis
dedos
me estoy acostumbrando a verte
lineal
plácido
atropellado a mi silencio
Él: Llegaré tarde a casa
Marina Centeno
Yucatán México