Ella: A veces vemos lo que no vemos
y estamos donde no estamos
apretamos el aire con los puños
y volamos sin levantarnos
en el oblicuo rumbo de la letra
cuando paladear es cosa de extraños
se estremece el quiebre de la oreja
si ponemos atención
al silencio que ronda nuestros pasos
con cierta voluntad e indiferencia
en el ir y venir del vecindario
y le tomo la mano a la tristeza
como si de ella dependiera
el fracaso de ser el ornamento
que cuelga de los labios
Él: No encuentro los zapatos
Marina Centeno
Yucatán México