lunes, 19 de marzo de 2012

Satírica


Los escalones se cuentan de a dos cuando se sube hacia al abismo mientras permanecemos en el mismo sitio atados entre redes de inverosímiles negociaciones que el silencio impone de vez en cuando Todas las veces que tropieza su meñique con el letargo de mis uñas eyacula pirámides sobre de mí como si el tiempo fuera una roca y cayera desde lo alto de mis ganas Ahora muerdo su espalda cada noche y le oigo susurrar mi nombre lento como las nubes en un verano denso Todo se mantiene igual entre nosotros A este paso taparemos los huecos del desierto mientras bebemos espejismos


Marina Centeno
Yucatán México