Satírica
Las lágrimas de los audaces tienen un brillo turbio y rutilante Mientras se enfunda el maquillaje las gotas salpican las agujas Ella cuenta las gotas con monedas y se pasa la lengua por los labios -detesta el sabor dulce de la naranja- Sentada en el atolladero de los libros malintenciona el dedo en el abrupto de las hojas Permanece fugaz y tira el dardo al cruzar los dos una mirada Luego cierra la puerta y la portada Todo vuelve a su sitio Ella acaricia el ciempiés de los recuerdos Él atesora el fusil de la distancia
Marina Centeno
Yucatán México