Los rincones roídos
donde el moho cuelga su hermosura
de antigüedad
más allá de la horas que palpitan
una sobre de otra
para hacer del tiempo
dos agujas que se enredan
entre las sombras
cuando todo el silencio
se desplaza por la habitación
Debo estar loco -dijo
aún tengo el torbellino de tus dientes
en lo gris de los espejos
donde parece que existes y no estás
Es bueno -de vez en cuando-
arruinarse el día
con uno mismo
Marina Centeno
Yucatán México