Poesía para erotizados
Para ti el nombre del ocaso
y el amanecer a expensas
de nuestros cuerpos
en esta somnolencia que no acaba
cuando todo lo cerca se embrutece
y quedamos suspendidos de un modo inmaterial
como si se tratara de un cuento de fantasmas
a media ropa y con la penumbra
tocando el techo
más allá del beso en el oráculo
cuando dices que callas
porque te sabe a palabras la nostalgia
Marina Centeno
Yucatán México