Deslumbrarme es fácil si la noche
tiene un toque de humor hacia la muerte
que ronda la caverna de la página
y se vuelve vigilia del cuaderno
Y digo deslumbrarme porque ha sido
un derroche de tiempo inacabable
entre trastos de miedo y de guarismo
con asiduos cuchillos que empalagan
Porque tengo la astilla como escudo
para hacerme preguntas de misterio
sin que nadie responda a la memoria
más que el tiempo en su farsa primitiva
que rebuzna los hechos al fortuito
en la límpida ruta de la lluvia
Marina Centeno