-Versión de piedra-
Con la actitud de lo que se interfiere
en el pasar de las horas y la siesta
resolviendo el pleno en las ventanas
cuando vagamos tenues por el mundo
buscando el entresijo en la cornisa
temiendo a nuestra sombra y al ocaso
que se desplaza libre por la herida
para luego recomenzar a ciegas
con el trote de nuestros caballos
donde dejamos larvas y paciencia
después el goteo en el páramo
sobre de la costumbre de la piedra
que se levanta tosca y solitaria
en el paisaje neutro del poema
Marina Centeno