Un día en el estanque de lo monótono
rozando el muslo de la melancolía
cada que la tarde llueve de tristeza
y la sed palpita en cada pájaro que cruza
No sabemos medir la palabra ausencia
y aún así trotamos sin sentido
avanzamos abrumados por la huida
sabedores del vacío y de la ligereza
cuando la libertad sólo significa
abrir la carne y dejarse llevar por la marea
Marina Centeno
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