La huida
Vamos a punto de la dictadura
una mansión de piedra en holocausto
para hacer de la causa una cueva
cuando cubre de orgasmos al quebranto
Estamos a un paso del peñasco
a caer de tríceps sobre el abismo
sin retén que divida el camino
al depredador que atisba el gusano
La libreta ensancha las palabras
cuando cae el humo en la rutina
y te siento de vez en cuando
por el camino estrecho de la huida
para hacernos gigantes como extraños
para hacernos enanos de la despedida
Marina Centeno
Yucatán México